¿Tú también eres un impostor?

Empiezas un nuevo trabajo con miedo y muchas dudas pero con la seguridad de que en algún momento te van a descubrir y van a saber que has conseguido ese puesto fruto de la casualidad y de la suerte y que tu talento no tiene valor suficiente como para “ganarte la vida”. O piensas que cada vez está más cerca el día en que tus compañeros de trabajo se van a dar cuenta de que en realidad eres “un fraude” y crees que te van a echar si lo descubren.

¿Te suena esta historia?¿Te sientes identificado? ¡Tranquilo! Sentirse así es más común de lo que parece.

El llamado síndrome del impostor o síndrome del fraude es mucho más común de lo que piensas. Estamos hablando de un fenómeno psicológico en el que las personas que lo sufren son incapaces de interiorizar sus logros y sufren un miedo persistente a ser descubiertos en “su mentira”.

Puede estar relacionado con otros sentimientos de duda, como el miedo al éxito, miedo al fracaso o auto-sabotaje. Pero no es simplemente otro síntoma de baja confianza en sí mismo o humildad excesiva, implica un miedo constante a la exposición, el aislamiento y el rechazo. No ser suficiente, creer que no somos capaces o sentir que todos nuestros logros son fruto de la casualidad son algunos de los síntomas inequívocos de que estamos sufriendo este problema.

¿Cómo puedo superar este síndrome?

• Reconoce y plasma tus sentimientos de “impostor” cuando te vengan a la cabeza este tipo de pensamientos, esto te ayudará a romper el círculo de pensamientos negativos y verlos desde otra perspectiva.
• Llevar un pequeño registro de tus logros puede ser positivo para recordarte hasta dónde has llegado fruto del esfuerzo, la constancia y el trabajo duro.
•  Comparte como te sientes. Compartir emociones o sensaciones con nuestro círculo cercano es una gran forma de aminorar el peso de la mochila de preocupaciones que nos acompaña. Nuestras personas más cercanas son las idóneas para mostrarnos que nuestros temores y falta de confianza son infundados.
• Practica el recibir cumplidos y escuchar elogios por parte de tus compañeros de trabajo. No pienses que eso esa tarea que has realizado “ha sido fácil” o “cualquiera podría haberlo hecho”¡Recuerda trabajar la autoestima como arma para enfrentar este tipo de pensamientos!