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Durante los últimos tiempos que nos ha tocado vivir a la población, en el mercado laboral la palabra más repetida ha sido ERTE. El Expediente de Regulación de Empleo Temporal es la medida que muchas empresas se han visto obligadas a tomar por motivo del Covid-19.

En el momento actual, la finalización de los ERTE está más cerca para todas las empresas y aunque muchas de ellas lo han dejado atrás, se sigue aplicando medidas como el teletrabajo y sigue generando situaciones complicadas para la plantilla de una empresa.

 

Pérdida de compromiso y motivación en los empleados  

Toda esta situación genera diferentes comportamientos entre los trabajadores que pueden acabar afectando la actividad y la vuelta a la normalidad de la empresa. Cada persona asimila de un modo diferente estar en ERTE, algunos pueden entender la coyuntura y aceptan que es una situación temporal que ayudará a su futuro y evitará que la empresa tenga que tomar medidas más drásticas. Sin embargo, muchas otras personas pueden tener una actitud negativa frente a esta situación.

A medida que finalizan los ERTE, en algunos trabajadores se puede generar incertidumbre dada la situación.

Además de los factores internos de cada trabajador, en el contexto actual influyen fuertemente factores externos a la empresa como lo es la situación sanitaria y la recesión económica. Todo esto afecta al estado emocional de los empleados y puede generar falta de confianza, motivación y compromiso hacia la empresa.

Cuando los dirigentes deciden reincorporar a toda la plantilla será muy importante prestar atención y trabajar con dedicación para recuperar anímicamente al equipo.

 

¿Qué debe hacer la dirección en la reincorporación de la plantilla?

El aspecto más importante tiene que ser el bienestar de los empleados. Es importante llevar a cabo nuevos planes centrados en ayudar a los trabajadores para que se vuelvan a sentir seguros, motivados y comprometidos. Algunas técnicas para lograr esto, pueden ser:

  1. Diles qué esperas de ellos. Reúnete con cada miembro de la plantilla para restablecer las funciones y comunica qué esperas de su desempeño. Es importante dejar claro los resultados que se buscan.
  2. Haz que sepan que están realizando un buen trabajo. Después de un tiempo de dificultades es importante dar ánimos a la plantilla. Comunicar mensajes positivos ayudará al trabajador a recuperar la confianza en sí mismo.
  3. Trátalos con respeto. Recuerda la situación que han vivido los trabajadores y el esfuerzo que han hecho durante el periodo de ERTE para salir adelante. Respeta esta vivencia y agradece el esfuerzo de cada trabajador.
  4. Dales las herramientas necesarias para cumplir sus funciones. Muchas empresas han llevado a cabo cambios profundos en la estructura organizativa para afrontar el futuro y todos los trabajadores tienen que estar involucrados y tener el acceso a todos los recursos necesarios para adaptarse al nuevo modelo de trabajo.
  5. Permite los horarios flexibles. Confía en la capacidad de organización de los empleados y dales la oportunidad de que puedan manejar un horario que se acomode a sus necesidades personales.
  6. No todo puede ser trabajo. El entorno social dentro de la empresa cobra más relevancia que nunca, mejorar las relaciones entre compañeros es clave. Crear un entorno donde solo se considere el trabajo para mejorar la productividad es un error y genera un ambiente laboral tenso. Es importante organizar jornadas recreativas que permitan alejar la mente del trabajo y fortalecer los vínculos en el equipo.
  7. Ofrece formación, genera utilidad. La formación no solo será un factor determinante a la hora de que el equipo se adapte a los entornos cada vez más dinámicos en los que se mueve la empresa, sino que además, será una forma de demostrar la confianza depositada en los trabajadores y el interés en el crecimiento profesional de los mismos.
  8. Fomenta una comunicación abierta. Tras un proceso de ERTE es frecuente que el equipo esté desconcertado y es común que surjan dudas. Permite que expresen sus inquietudes de forma abierta. Escucha y empatiza con su situación para orientarlos de la mejor forma posible.

 

Superar una situación como un ERTE va más allá de dar por finalizada esta etapa y reincorporar a toda la plantilla. Las secuelas que surgen, tanto individuales como colectivas, seguirán presentes durante tiempo y no podemos omitirlas. Las personas cobran más relevancia que nunca en las empresas. Un empleado es un trabajador que se debe involucrar en el entorno social de la empresa y sentirse parte importante para lograr los objetivos marcados y maximizar su rendimiento.

 

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