¿Alguna vez has escuchado en tu entorno personal o profesional algunas de las siguientes frases o similares? “Esto son lentejas, si no ya sabes”. “Se hace por el artículo 33” “Como digo yo y punto. No hay más que hablar”
Seguro que en la época de los hombres primitivos había un jefe que entre caza del mamut e intentar hacer fuego soltaba “perlas” parecidas a éstas. El tiempo transcurrió, pero el discurso en ocasiones es el mismo.
Si estás leyendo esto y forma parte habitual de tu vocabulario tengo que decirte que desde esa posición de fuerza habrá carencias de comunicación con tu equipo y te perderás muchas oportunidades. No confías en tus colaboradores, pero ellos tampoco en ti.
¿Qué tal si te planteas hacer un giro en tu forma de dirigir y te vas a una “nueva tierra”? Te daría la bienvenida a “Autoridad”.
Los habitantes de Autoridad son más felices ya que hacen voluntariamente lo que el líder quiere por su carisma, influencia y respecto que le profesan.
Esto no quiere decir que el que ostenta el cargo sea perfecto. Tiene también sus defectos, pero se muestra tal cual es. Su comunicación es educada, clara y directa. Marca normas flexibles. También sabe escuchar. Nunca hace promesas que no pueda cumplir.
He traído al post una frase de Abraham Lincoln, pero si queréis algo del refranero popular ésta no tiene desperdicio: “Si quieres saber cómo es fulanillo, dale un carguillo”
¿Crees que es más productivo el poder que la autoridad?
¿Cuál es el estilo que predomina en tu entorno?
¿Qué acciones harías a corto plazo para mejorarlo?
Concha Zancada
Coach certificada. Colaboradora de Aflora Consulting
Blogger motiv A R T E (Automotivación y motivación de equipos desde el Coaching)
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