El coaching es un proceso de acompañamiento que ayuda a sus usuarios a conectar consigo mismo. Esto es necesario en cualquier etapa de nuestra vida, pero especialmente en la adolescencia, esa etapa en la que casi nunca sabes al cien por cien lo que vas a querer hacer en un futuro, en la que sufres tantos y tantos cambios, físicos y psicológicos que acabarán determinando tu personalidad.
El coaching ayudará a los adolescentes a conocer e identificar las emociones y los sentimientos, pero sobre todo y lo más importante, les ayudará a aprender a tomar decisiones y a averiguar qué es lo que quieren hacer con su vida. El coach tiene la labor de ayudar, a través de las preguntas a que el coachee descubra qué es lo que realmente tiene importancia para él, hacia dónde quiere ir y lo más importante, ayudar al adolescente a saber quién es.
A través de todo este proceso, es el adolescente el que se encarga de diseñar y poner en marcha el plan de acción, siempre acompañado y supervisado por el coach.
Todos y cada uno de los adolescentes tienen su propia historia, una serie de problemas o aspectos que cree que debe cambiar. La mayoría de ellos están relacionados con la autoestima, la confianza en uno mismo, el deseo de mejorar las relaciones sociales tanto con los amigos, como con la familia, o incluso mejorar en la toma de decisiones.
A lo largo de este proceso, el adolescente, el coachee, será capaz de descubrir sus fortalezas y las áreas de aprendizaje, a relacionarse con el mundo de una manera auténtica y adecuada con ellos mismos, a generar autoconfianza para ser capaces de gestionar todos los cambios que se producen en esta etapa. El coachee también consigue mejorar su capacidad de anticipación y ponerse las metas que quiere alcanzar. Es decir, el coaching para adolescentes ayudará a que estos jóvenes tomen las riendas de su vida, siendo conscientes y responsables de las decisiones que toman.
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